PORQUE FUIMOS
LA PRIMERA ORUJERA DEL VALLE.
DESDE 1986 DESTILANDO

¡Somos orujeros!

Y además, disfrutamos destilando… ya son más de 30 años encendiendo las alquitaras cada mes de octubre, justo en el momento en que se termina de fermentar el vino y los hollejos están listos. Con la sabiduría y la experiencia que dan las horas de trabajo, noche y día sin parar, a la espera de que, gota a gota, vaya fluyendo el orujo.

Tenemos 24 alquitaras de cobre, igualitas a las que utilizaban nuestros antepasados. Solo mejoradas por una fuente de calor constante, un quemador, que garantiza que el proceso no tenga puntas de temperatura que altere la composición y que asegura que la calidad del destilado es homogénea.

En el proceso más sencillo y ancestral que existe, en nuestras viejas alquitaras. Con una capacidad de 125 kg aproximada de carga, de la que en un ciclo de trabajo de 10-12 horas obtenemos una media de 10 litros de aguardiente. Un litro a la hor, como mucho. Un aguardiente intenso en sabores y en olores, que conserva y expresa toda la grandeza y la bravura de una uva destilada con mucha paciencia y cariño.